En el escrito de Pío Aguirre que publicamos el pasado 29 de diciembre, nuestro amigo incidía en los Principios o Valores, y sobre todo en sus comportamientos asociados.
Y decía:
«No se trata sólo de enunciar Principios o Valores, sino de profundizar en su significado y, sobre todo, en qué comportamientos personales nos exigen. Qué debemos hacer y qué no».
Y desarrollaba valores y conceptos como «la persona en el centro», «generación y reparto de riqueza», «solidaridad inter-generacional», «participación y compromiso», «confianza», «generosidad», «talento»…
Los comportamientos asociados a los Valores, los comportamientos personales que nos exigen, tienen que ver con la Coherencia.
Coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, entre lo que decimos y lo que hacemos, entre lo que dicen los Principios y Valores de nuestra experiencia cooperativa y lo que hacemos en nuestra actividad profesional, social y personal.
Y este es el valor que analizamos este mes recurriendo a los pensamientos de Arizmendiarrieta.
Si hasta ahora nuestra aportación al pueblo ha consistido en esta experiencia cooperativa, en adelante deberíamos ofrecer un desarrollo comunitario, pero caracterizado por su previsión y coherencia. p126