El artículo aborda el binomio de la creación de valor y la distribución del mismo en el marco de los retos de las transiciones del siglo XXI. En este contexto de competitividad, la creación de valor empresarial necesita de la aplicación del conocimiento y la creatividad de las personas, resultado de involucrarse en un «proyecto compartido» mediante la participación en la gestión y en el capital, superando el modelo de gestión basado en el control y la calidad. La creación y distribución de valor se analiza con los datos de la comarca Debagoiena en Gipuzkoa, con fuerte presencia de las empresas participadas (cooperativas), donde el PIB (el 32% sobre el europeo) y la distribución (índice Gini 24,2 frente al 30,8 europeo) muestran que existe una mayor generación de valor y un reparto de las rentas más equitativo.