José María Arizmendiarrieta nació en Barinaga, Markina, el 22 de abril de 1915. Era el primogénito del matrimonio formado por José Luis Arizmendiarrieta y Tomasa Madariaga, que tuvo además otros tres hijos: Patxi, María y Jesús.
José Luis y Tomasa poseían un caserío, iturbe, dotado de tierras de cultivo y una respetable cabaña ganadera.
La infancia de José María transcurrió en el característico ambiente sacrificado del campo vasco de entonces, en el que el exigente trabajo cotidiano quedaba regido por el ritmo de las estaciones que ordenaban las faenas agrícolas y ganaderas.
Todo quedaba subordinado al trabajo, todo excepto la piedad religiosa. Así, la vida cotidiana quedaba enmarcada en un riguroso ritual que asociaba la exigencia en el trabajo y la fe cristiana, en el cual Tomasa educó al pequeño José María.
Así el pequeño tomó de su madre una estricta moral en la que trabajo y fe constituían dos valores asociados esenciales.
Mientras, de su padre recibió una creciente inquietud por conocer la realidad social, en donde tenían eco sucesos políticos y culturales que apenas afectaban la tranquila y sacrificada vida campesina de Iturbe.