Así como la caída de Lehman-Brothers y su correspondiente crisis, no ha supuesto la desaparición del sistema liberal-capitalista, sino la depuración de una globalización que necesitamos más justa, entendemos que algo equivalente supone la crisis de FE respecto el modelo cooperativo.
Dada lo singular del tema, es importante destacar las señas de identidad del modelo cooperativo de MCC, caracterizado por la transparencia en la gestión, la participación en los resultados y en el capital, la cooperación inter-empresas y un intervalo salarial cohesionado.
Basado en los valores de respeto a la persona y el trabajo como fórmula de integración social, la formación y trabajo de la persona en un proyecto compartido, el liderazgo como servicio y compromiso responsable y el proyecto empresarial, inclusivo, con vocación de creación de empleo, permanencia en el tiempo y respondiendo a su entorno social y cultural.
Con estos principios se han superado las diferentes crisis, desde la fundación de la 1ª coop. en 1955 hasta la realidad actual de 110 coop, con 80.000 personas involucradas.
En este periodo de 58 años, se ha diseñado y puesto en marcha un “sistema inclusivo”, de “construir capacidades de desarrollo”, en el que todos los subconjuntos que lo conforman colaboran entre sí.
Tanto el Área industrial que agrupa a las cooperativas de máquina herramienta, construcción, auxiliar del automóvil, servicios… con plantas productivas en 24 países, unas ventas de 5.812 Millones (el 65% internacionales) de las cuales FE supone el 8,4 % como el Área de distribución, Eroski, con unas ventas de 7.092 M de €, el Área financiera, que agrupa a Laboral Kutxa con 18.636 M de depósitos y Lagun Aro con 4.876 M de fondos y el Área del Conocimiento, compuesta por las Escuelas de Formación Profesional, la Universidad, los Centros Tecnológicos…
Todas tienen una dinámica en la que cada parte conserva su identidad societaria y su propio balance y cta. de explotación, con pactos de solidaridad internos, de fondos de inversión, reubicación de personas, plataformas de I+D+i y exportación conjuntas.. en un modelo de gobernanza singular de la experiencia cooperativa . No en vano MCC es el 1er grupo industrial del País Vasco y el 10ª de España.
Pero hay algunos aspectos de este modelo, que la actual crisis está poniendo en cuestión.Uno de los más críticos es la transparencia de la información y la difusión de la misma en coop. grandes, de gestión compleja, en un mercado cambiante, con opciones diversas, sobre las que hay que ir tomando decisiones continuamente, junto a la permanencia de líderes históricos referentes, que enmarquen las decisiones en los valores, la historia y el objetivo de la cooperativa.
La dinámica de las organizaciones se mueve entre dos extremos: el del cambio (promovido por las personas más conscientes y con visión a largo plazo) y el inmovilismo (donde priman los intereses cortoplacistas e individuales). En una organización representativa, donde todas las personas son socias, el grueso del colectivo, el 70%, se inclinará hacia el cambio o su rechazo, en la medida en que los que detentan los puestos de responsabilidad sepan transmitir la importancia y oportunidad de dichos cambios y manejen la información con transparencia e inteligencia, sin dejar el monopolio de ésta a estamentos sin responsabilidad directa como el Consejo Social en la cooperativa o el Comité de Empresa en las SA.
La transparencia de la información, su desglose en indicadores que reflejen la contribución de cada persona al proyecto compartido y su incidencia en la estrategia de la empresa, es clave para cualquier organización, sea coop. o no.
En esta línea las coop. aportan una experiencia importante, dado que la competitividad hoy, se basa en la innovación que generan las personas en un proyecto empresarial compartido. Esta es una de las claves de la sociedad del conocimiento en la que estamos inmersos.
El segundo aspecto, se refiere al modelo de competitividad e internacionalización, basado en el desarrollo tecnológico (I+D), normalmente reservado a las empresas matrices y en procesos productivos de bajo costo, lo que ha impulsado la deslocalización de la producción en otros países, en función de sus costos de mano de obra y/o de mercados emergentes con fuerte demanda de esos productos.
En definitiva se ha seguido el modelo de las grandes multinacionales, con las que se compite, pero sin la flexibilidad y el desarraigo de éstas en la búsqueda del máximo beneficio a corto.
En este momento este modelo se está cuestionando, primero por agotamiento, ¿Cuáles son ahora los países más baratos y hasta cuándo? Y segundo por los propios países emergentes que demandan cómo “construir capacidades de desarrollo”, soluciones que integren, la formación, el desarrollo de empresas competitivas, el I+D+i, la financiación, la gobernanza… integradas en la cultura local, que potencien la responsabilidad, la creatividad, la solidaridad y equidad entre sus gentes.
En esta línea la experiencia coop. de Mondragón tiene los valores y recursos como para reinventarse y adaptarse a las exigencias de una globalización justa, donde la persona humana sigue siendo el punto de partida y llegada.
José Luis Jiménez Brea.
Coordinador del Grupo Vasco del Capitulo Español del Club de Roma