A lo largo de la historia de la humanidad la sociedad ha valorado el trabajo de modo muy distinto: los griegos lo situaron entre las actividades serviles, desde la perspectiva cristiana ha tratado de justificarlo como algo valioso.
En el pensamiento moderno era fuente de propiedad y también incorpora el sentido cósmico como complemento de la obra de Dios o como lo que da sentido social a la vida. Y ya en la época comunista es lo que esclaviza los individuos, pero también es el lugar privilegiado de la creación de solidaridad en la tradición socialista.
En el lenguaje hablado son frecuentes las connotaciones negativas: sufrimiento del trabajo, el sudor de tu frente, dar mucho trabajo, todo se consigue con el trabajo…
La perspectiva de Arizmendiarrieta es muy diferente: