En la fría mañana del 5 de febrero de 1941, Don José María llega en tren a Mondragón “sometida a una fuerte tensión obrera desde hace décadas y rota por la violencia y la represión durante la guerra civil” (Fernando Molina).
El proyecto de Arizmendiarrieta es, ante todo, un proyecto de futuro que nos llama a “levantar al pueblo con la fuerza del pueblo” (Joxe Azurmendi).
Acabamos de celebrar el 80 aniversario de esta efeméride y hemos juzgado que es una oportuna ocasión para compartir dos escritos suyos que nos pueden ayudar a comprender su permanente afán por plantearnos la necesidad de renovar ya que “la solución no está en una vuelta tan nostálgica como imposible a las «fuentes» (Mayo 1968).
Y ocho años más tarde, ya muy enfermo, escribía que “históricamente (estamos) situados ante la apasionante y urgente tarea de buscar y proponer múltiples y variadas formas de vida que ayuden a superar la presente crisis de nuestra juventud, elaborando nuevas concepciones del mundo. Religiones, filosofías, formas de organización social y política que estén en consonancia con las profundas actitudes de las nuevas generaciones…” (Marzo 1976).
Transcribimos los dos artículos completos publicados en TU Trabajo y Unión: