Ahora que se debate el modelo educativo, es obvio que el sistema educativo inclusivo aplicado en la gran mayoría de las escuelas vascas ha tenido éxito para generar una sociedad más homogénea. Y la inclusión de todas y todos los alumnos en un mismo aula, tanto de procedencia lingüística distinta como de capacidades (o discapacidades) funcionales diferentes beneficia a todas y todos los alumnos. Los niños y niñas son capaces de aprender y convivir de manera natural con una muy amplia diversidad de compañeros y compañeras y situaciones lingüísticas, sexuales, étnicas, de valores, etc., y después cada familia en su casa aplicará los valores, las maneras cívicas y lingüísticas propias de su idiosincrasia y cultura.
El cooperativismo nos habla en su concepción del mismo modo inclusivo, donde todos sus participantes son iguales y tienen los mismos derechos y obligaciones.
“La responsabilidad nos debe llevar a sentir la solidaridad con los demás trabajadores y sociedad. Para nosotros, la responsabilidad y solidaridad son inseparables”. C18-1962/02
