Y, en efecto, probablemente sea la cooperación interna y la intercooperación entre cooperativas, las características más importantes que distinguen el funcionamiento de las empresas cooperativas de otras empresas convencionales. La cooperación interna no sería, por tanto, sólo una virtud moral sino también un valor empresarial, una característica de las empresas de éxito.
Una de las grandes preocupaciones actuales de los responsables de empresa en el País Vasco (y en el resto del mundo, en mayor ó menor medida) es encontrar las fórmulas que permitan que todas las personas de la empresa se impliquen en la labor de hacer que ésta sea competitiva para que pueda desarrollarse en un mercado globalizado.
La disputa entre los intereses de los empresarios y los de los trabajadores pasa a segundo plano cuando lo que está en juego es la supervivencia de la propia empresa. La “lucha de clases” de los primeros tiempos del capitalismo va corrigiéndose en la medida en que existen poderosos intereses coincidentes entre todos los agentes interesados en el éxito de cada proyecto empresarial.
La confrontación va dejando paso a la colaboración, que D. Jose María predicó no sólo para las empresas cooperativas sino también para el conjunto de la vida social.”La solidaridad es la clave y hasta, si quereis, el secreto atómico llamado a revolucionar toda la vida social. La colaboración es el secreto de la verdadera vida social y la clave de la paz social “.En el contexto de una firme convicción: “Colaboración en todo, para que todo sea fruto del esfuerzo y sacrificio de todos y la gloria sea también común”.
El fantástico desarrollo de las empresas inspiradas por el pensamiento de Arizmendiarrieta ha sido, y es en la actulidad, objeto de estudio por expertos empresariales y líderes sociales de todo el mundo.
Con las debilidades, y hasta miserias, que toda obra humana lleva incorporadas han demostrado que empresas que buscan su éxito basándose en valores de colaboración, solidaridad y trabajo en equipo son capaces de competir incluso en un mercado mundial, en el que la exigencia de eficacia es condición de supervivencia.
Pero, junto al legítimo orgullo por la obra común realizada, estaríamos traicionando el espíritu de Arizmendiarrieta si nos diéramos por satisfechos con los frutos alcanzados.
“Siempre hay un paso más que dar” es un mensaje que no se agota en la necesaria adaptación del modelo cooperativo creado a mediados del siglo XX, sino que apela a intentar aplicar los valores que han sido la razón de su éxito a otras realidades empresariales y sociales.
Si Arizmendiarrieta intentó, inicialmente, reformar la Sociedad Anónima buscando fórmulas de participación y colaboración entre accionistas, trabajadores y gestores, lo que resultó imposible en el marco de la legislación de entonces, ¿no merecería la pena seguirle, intentando de nuevo introducir valores cooperativos también en las empresas convencionales?
Por otro lado, las instituciones educativas surgidas desde la cooperación, sobre todo ikastolas , pero también otros centros de enseñanza, llegando hasta la propia Universidad de Mondragón, muestran la eficacia y eficiencia de un modelo basado en la cooperación y la corresponsabilidad de todos los agentes interesados en el proyecto.
¿No merecería la pena profundizar en las posibilidades de desarrollo a largo plazo de dicho modelo, sobre todo cuando vamos a vivir unos tiempos en los que los recursos públicos van a ser particularmente escasos y deben ser, por tanto, exquisitamente gestionados, de forma que su aprovechamiento social sea máximo?
El proceso de canonización de Arizmendiarrieta no puede ser, por tanto, sólo un motivo de reconocimiento, sino una llamada a “coger el testigo” para intentar aplicar,aquí y ahora, los valores que predicó..
Tomando iniciativas inspiradas en la cooperación en distintos órdenes de la vida económica y social (y quizás también en el sector público), asumiendo riesgos y aceptando imperfecciones derivadas de nuestra condición humana, pero con la esperanza de estar contribuyendo a mejorar, siquiera modestamente, nuestra sociedad, haciéndola más justa y solidaria.