Precursor sin límites

“La formación es un instrumento que tiene valor y que no se amortiza” decía. Apenas creada la Escuela Profesional en 1943, ya en 1947 propició, porque lo precisaba con cierta urgencia, que 11 jóvenes que habían cursado Maestría Industrial debían dar un paso más: deberían alcanzar los conocimientos teórico prácticos de Peritaje Industrial. Si había que desarrollar un proyecto de cierto calado socio-empresarial los hombres que lo lideraran habrían de mantener una base técnica acorde con la magnitud del empeño que debía ser ambicioso.

Simultáneamente en 1951 aumentó los espacios que habían de dar cabida a la Escuela Profesional y la trasladó a un inmueble de 4 plantas en terrenos de Zaldispe. Allí crea la Escuela y allí, tras las jornadas de trabajo diarias, 11 alumnos cursan los estudios de peritaje para los que incorpora profesores de titulación superior en mecánica, electricidad y química.

Este equipo de 11 estudiantes concluye sus cursos en Zaragoza hacia 1952 y el acceso se reitera sucesivamente con otras cohortes de estudiantes de peritaje que se autoseleccionan bajo su vigilante y subliminal actuación sobre los jóvenes a los que consideraba más aptos.

Pronto, hacia 1960, cree que la Escuela Profesional en su segunda sede no va a ser adecuada ni en dimensión, ni en recursos para dar cabida a lo que él percibe que será el futuro. Así emprende, hacia 1960, una acción ininterrumpida para propiciar el consenso de las fuerzas en vigor: los Ayuntamientos y los párrocos le reciben unos con más entusiasmo y otros con menos o con ninguno. Descarga Dn. José María sus ambiciosos proyectos de crear la Nueva Escuela Profesional. Entretanto las cooperativas que han puesto en marcha casi 2.000 empleos y obtienen al año unos 100 millones de pesetas de beneficios permiten a Dn. José María pensar que no deberá mendigar en adelante al resto de empresas de la zona, que proclaman sin el menor recato que “ellos no están en la idea de financiar unos centros nuevos de enseñanza de tan innecesaria envergadura”. No se podía esperar un cambio de actitud y los cooperativistas, actuando a través de Caja Laboral, inician las obras en junio de 1963 en terrenos de Iturripe con una parcela que allá por 1945, Dn. José María había adquirido, e incluso realizado una gran maqueta en la que situaba, ya entonces, la NUEVA ESCUELA que él deseaba. Al final, y para llevar a cabo su plan, fue necesario ampliar la citada parcela y ésta se extendió a 40.000 m2.

Pero no era fácil hallar en Mondragón los 1.200 estudiantes que se necesitan para saturar las aulas que se van a crear. Por eso en el proyecto se incluye un Colegio Menor –recordando al pródigo Pedro Viteri en cuyo edificio para enseñanza se ubicó la Escuela Profesional en 1943-
y este edificio como Colegio Menor albergará, en aquellos primeros años, hasta 500 alumnos que vienen de otros pueblos. Lo financia Caja Laboral en su totalidad. La Nueva Escuela Profesional se inaugura el 13 de setiembre de 1966 en presencia del Ministro de Educación que promete –es a lo que aspiraba Dn. José María- que le concederá capacidad para otorgar títulos de Ingeniería Técnica lo que se produce el 20 de junio de 1968,. Habían pasado 21 años desde que envió a Zaragoza los que luego serían fundadores de las cooperativas.

Pero sin mediar espacios de tiempo, ya en 1962 aproximadamente,  Dn. José María había pensado en la Mancomunidad Escolar de la Universidad de Oñate “MEDUO”. Atisba que deben darse pasos en esa dirección. Redacta unos Estatutos que dicen en el preámbulo “La Encíclica PACEM IN TERRIS de su Santidad Juan XXIII constituye una circunstancia y una gracia a la que podemos hacer honor los hombres de buena voluntad … para la preparación óptima para nuestras fuerzas de refresco y relevo hacia una perspectiva prometedora de un nuevo orden social, justo y humano”. Y luego en sus contenidos amplios, juiciosos y cargados de ensoñaciones dice: “No queremos limitar una institución de esta naturaleza a ningún módulo y correr el riesgo de encerrarlo en horizontes superables en otros momentos de nuestro desarrollo, confinando los términos territoriales en los que en estos momentos nace. Estos precedents son los que nos han inducido a adaptar la denominación de Mancomunidad Escolar de la Universidad de Oñate” porque, añade: “La Universidad de Oñate es historia y espíritu y no propiamente piedra y tierra•. … “Nosotros queremos vivir fieles a su espíritu y trasmitirlo como llama a los que nos siguen”. En aquellos momentos la Escuela Profesional, que desde 1965 comenzó a llamarse ESCUELA POLITÉCNICA comenzaría a extenderse.

No tuvo éxito su propuesta. Querían que se llamara Mancomunidad del Valle de Léniz y que restringiera sus aspiraciones sin duda incomprendidas. Pero anuncia: “La Politécnica salida de nuestras entrañas subsiste con el apoyo de todos. Y ahora prepara las bases de autopromoción y autoreedición de un complejo de instituciones”.

Firme en sus certeros vaticinios hacia 1960 se acercan a Dn. José María quienes llevan las riendas educativas de Oñate. Son, el alcalde Reyes Corcóstegui y otros dos o tres miembros cercanos al ámbito educativo. En una primera aproximación Dn. José María ya otorgaba de forma manifiesta que las disciplinas tecnológicas deberían impartirse en Mondragón, las de Administración de Empresa en Oñate y las químicas y textiles en Bergara.

Lo decía en voz alta. Quizás no lo escribió nunca, pero quienes estábamos más cerca se lo oímos decir varias veces. Por consiguiente ante esta misión venida desde Oñati no dudó en aceptar de buen grado la idea. Más aún, en aquella época, por 1960, el Convento de los Agustinos Lateranenses venían construyendo un nuevo Centro de Noviciado cuyo futuro, incierto por la sensible disminución de vocaciones, no inspiraba un uso congruente y proporcionado a su coste. De ahí que se aventurase la hipótesis, ya en esa primera reunión, de que el Ayuntamiento alquilara el edificio,. Entonces nació ETEO que el año 2010 ha celebrado su 50 aniversario ya con el nombre de ENPRESAGINTZA.

 

 

Pero el acontecimiento más lejano territorialmente de Mondragón se produjo hacia 1962. Dn. José María es llamado por el entonces Subdirector de la CAF, Dn. José Gastesi. Me pide que le lleve en mi Seat 600, y así le acompaño. Necesitaban conocer las vicisitudes técnicas que transcurrieron en la fase inicial de nuestra Escuela Politécnica. Merece copiar el modelo. En el viaje, saliendo de los estrechos valles del Alto Deba y Aramaio, entramos en los más abiertos del Goierri, más luminosos y acogedores. Dn. José María sumido en su recatado silencio pronto me revela algo que enlaza con su demorado proyecto de la Mancomunidad Escolar de la Universidad de Oñati. Y dice casi textualmente: “Creo que Gipuzkoa es un gran parque cubierto por una tupida floresta llena de pinares de diversas especies, de robles, encinas y castaños, y otros árboles autóctonos. En sus valles por donde circulan los ríos se arraciman poblaciones de 5.000 a 15.000 habitantes eminentemente trabajadoras. ¿Por qué no nos animamos a crear una red de centros educativos como los que venimos desarrollando en el Alto Deba? ¿No es más económico y práctico que se desplacen los profesores de un centro a otro ya que son menos que los alumnos, que son más, y hace más costosa su educación?”

La propuesta/reflexión queda en el aire. A mí se me hace difícil digerir, comprendiéndole, esta sugerente propuesta. Cuando llegamos al despacho del Sr. Gastesi nos inquiere sobre la superficie de suelo que hemos tenido que adquirir, quienes nos han hecho los proyectos y cómo hemos financiado hace 50 años tan ingente obra. La cooperativa Ampo todavía no había fundido la primera colada de acero inoxidable y la promoción descansa en la Asociación Centro Cultural del Coyerri {sic} con directivos muy voluntariosos y decididos. Encuentran en Dn. José María una especie de consejero aúlico. Para ese día habían tratado sobre la idea con José María Aristrain, primero chatarrero y luego eminente siderúrgico con plantas en Olaberria (Goierri) y en Madrid. Se le expone el proyecto, confía en los promotores y en Dn. José María y decide financiar con un millón de pesetas los 40.000 m2 que equivalen a los que tenía la Escuela Politécnica de Mondragón. Al parecer exige presidir la Asociación pero deja en manos del notario Ruiz Cámara que le subrogue en sus obligaciones.

Ese mimo día de nuestro viaje, ya por la tarde, se celebró un acto en el Cine Usurbe de Beasain. Se trata de movilizar la conciencia ciudadana para que la idea sustentada por los promotores se extienda y cale entre los 40.000 habitantes de la Comarca, entre los empresarios -CAF, Fundiciones Echevarría, Forjas y Fundiciones ….. etc, etc.- . En este acto interviene Dn. José María –tendría entonces unos 46 años y en síntesis recuerdo que nos dijo: “Gipuzkoa, Bizkaia y Araba cuando finalizaba el Siglo XIX eran las provincias más pobres de España. El estudio, la formación, el trabajo y la responsabilidad han hecho posible que en 70 años más ocupemos ahora los primeros puestos del escalafón ordenado por la renta disponible. El objetivo de esa Asociación es hacer sostenible esa situación de hegemonía en las generaciones venideras”. El verbo no era enfático pero extremadamente convincente.

En 1976, el año que Dn. José María falleció, se creó lo que sería la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, hoy HUHEZI, en Eskoriatza y este mismo año 2011/2012 se pondrá en marcha el Centro de Grado en Comunicación Audiovisual en Aretxabaleta. Del mismo modo se creó en el Campus del Bidasoa en Irún una extensión de Enpresagintza, de Oñati, que incluye el Centro de Investigación de la Gestión- abreviadamente MIK. Y este mismo año se ha creado en San Sebastián la Facultad de Ciencias Gastronómicas –Basque
Culinary Center- que aspira a tener una resonancia mundial por sus méritos culinarios y su propia originalidad y que depende orgánicamente de Mondragón Unibertsitatea.

Visto el éxito obtenido por estos núcleos formativos orientados hacia la empresa, el modelo se amplía en los años presentes. El Grupo de Elevación, de la mano de Orona, S.Coop., ha diseñado su futuro, planificándolo y haciendo una maqueta que muestra inequívocamente su vocación interiorizada siguiendo las teorías “arizmendianas”. El proyecto se llama IDeO y se implantará, sobre todo, en Hernani. Se perfila como “un nuevo espacio de innovación especializado en la movilidad urbana”.

Con estos ocho centros que se extienden desde el Alto Deba al Sur, hasta el límite norte de Gipuzkoa. Se habrán colmado así las previsiones de Dn, José María latentes en su mente ungida por la mano de Dios que le hacían ver donde los demás no veíamos.

Antes de morir presumió que los bienes acumulados por las aportaciones de las cooperativas, por sus socios individuales, por las diferentes Administraciones Públicas, por otras donaciones personales o procedentes de instituciones, y hasta una manda de una herencia que llegó en 2007, debían ser estructurados bajo un modelo apropiado que garantizase su permanencia, su desarrollo y su buen uso. Antes de morir dejó escrito un documento con sus ideas. Y sus sucesores, para administrar ese extenso patrimonio, lo convirtieron en la Fundación Gizabidea en el año 1982. Incluye, sobre todo, la Escuela Politécnica Superior, la Cooperativa Arizmendi que suma 8 centros o ikastolas, agrupando sus bienes muebles e inmuebles. Preside la Fundación el que es Presidente del Grupo Fagor. El resto de Centros que actúan, por su origen y diseño social bajo otras tutelas, tienen parecidos modelos de garantizar el sostenimiento institucional y teórico de lo que es el conjunto de Mondragón Unibertsitatea.

Y llegados a este punto nos toca volver al embrión universitario que bajo la sigla MEDUO en su primer borrador había presentado Dn. José María allí por 1960-1962. Los títulos académicos que emitía desde 1970 debían de ser convalidados por una Universidad y los que impartía la Escuela Politécnica obtenía su validez a través de la Universidad de  Valladolid. Cuando nació la Universidad del País Vasco la convalidación la comenzó a facilitar esta naciente institución. Pero la impronta del desarrollo para acelerar los estudios superiores como base para proyectar una vida más sabia y enriquecida quedó impresa en quienes le sucedieron.

En 1996 se solicitó del Gobierno Vasco que lo hecho hasta entonces merecía ser ajustado si se convertía en MONDRAGON UNIBERTSITATEA: Era el día 30 de mayo de 1997, cuando así lo aprobó el Parlamento de Euskadi. A partir de ese momento quienes tildaban a Dn. José María de utópico, desmesurado y salido del tiempo nos dimos cuenta que había colmado casi todas sus ideas precursoras. Sin límites. Demostrando que el trabajo y la fe en su ministerio que le guiaba alentado por el Señor, eran apoyos útiles capaces de convertir en hechos lo que se acercaba a una utopía. Habían pasado 54 años desde que creó entre un grupo de empresarios y unos profesores generosos la Escuela Profesional con 20 alumnos apenas 10 años más jóvenes que él, y ahora daba paso a una Universidad con 4.000 alumnos en 8 localidades de Gipuzkoa.

Don Jose Mª Arizmendiarrieta, un empresario tenaz, precursor y venerable. J.Mª Ormaetxea Mesas Redondas sobre D.JMª Arizmendiarrieta Noviembre 2012

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