El Estatuto de la Fundación Europea está cada vez más cerca de ser una realidad, después de que el pasado 2 de julio los miembros del Parlamento Europeo hayan aprobado por amplia mayoría una resolución a favor de una pronta adopción del Estatuto Europeo de la Fundación, que facilite a las fundaciones apoyar iniciativas de los ciudadanos en distintos países de la UE.
La votación representa un hito importante y alienta a los Estados a trabajar en aras de una «pronta y ambiciosa» introducción del Estatuto, con todas las garantías de transparencia, eliminando así obstáculos a la actividad transfronteriza de las fundaciones. Asimismo, esta nueva Resolución busca fomentar la creación de nuevas fundaciones que respondan a las necesidades de las personas que residen en el territorio de la Unión, o persigan fines de utilidad pública o interés general.
El texto del Parlamento Europeo resalta que dicho Estatuto ayudará a la realización de una ciudadanía europea, así como al desarrollo de una cultura y de una identidad propia. El contenido del Estatuto prevé dotar de normas mínimas en materia de transparencia, rendición de cuentas, supervisión y uso de los fondos, asegurando de este modo la confianza en la Fundaciones y estimulando el desarrollo de sus actividades en la UE en beneficio de todos los ciudadanos.
Evelyn Regner, vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo (JURI) y ponente del Estatuto, destacó en un comunicado que “este es un paso más, en el tramo final de lo que ha sido un largo proceso, para dar a los ciudadanos europeos las herramientas que necesitan para satisfacer sus impulsos filantrópicos”.
Las Fundaciones en la Unión Europea
Según los datos que ofrece la propia Resolución, en la Unión Europea hay actualmente más de 10.000 fundaciones de utilidad pública, cuyos activos suman unos 350.000 millones de euros y cuyo volumen de gastos se eleva a casi 83.000 millones de euros anuales. El número de personas ocupadas en este sector oscila entre 750.000 y 1 millón de ciudadanos. No obstante, parte del personal que trabaja en las fundaciones son voluntarios que no ven remunerado su compromiso personal, y se estima que esta cifra alcanza los 2 millones.
La existencia y las actividades de las fundaciones que trabajan en la Unión persiguen el bien público y revisten una importancia fundamental en ámbitos como la educación, la formación, la investigación, los servicios sociales y la salud, la memoria histórica y la reconciliación entre los pueblos, la protección medioambiental, la juventud y los deportes, así como el arte y la cultura, y muchas de sus acciones transcienden ampliamente las fronteras nacionales.
Impulso a la Economía Social
El Parlamento Europeo también aprobó el pasado 2 de julio la Resolución “sobre la contribución de las Cooperativas a la salida de la crisis” en la cual solicita a la Comisión y a los Estados Miembros a que potencien las Cooperativas y otras empresas de Economía Social como herramientas para salir de la crisis.
La resolución, presentada por la eurodiputada Patrizia Toia, revela que en la actualidad las Cooperativas están generando y manteniendo empleo, a la vez que muestran mejores niveles de crecimiento (en número de empresas, puestos de trabajo y mantenimiento de actividad) que otros modelos empresariales. Por ello, demanda una mayor atención a las Cooperativas y a la Economía Social dentro de las políticas de recuperación económica de la UE, de las políticas industriales, del Plan de Emprendimiento 2020 y de los Fondos Estructurales 2014-2020.
Descargar «Propuesta Parlamento Europeo»: http://www.arizmendiarrieta.org/files/propuesta_europa.pdf